Capítulo 1. Conóceme.
Se levantó de la cama al oír el incesante sonido del despertador, rápidamente cogió una tostada, las maletas que estaban al lado de la puerta ya que fuera la esperaba un taxi y se fue, se fue con la intención de no volver jamás a aquel sitio lleno de recuerdos.
El taxi la llevaba al aeropuerto para coger un avión directamente hasta Italia, donde pretendía olvidar y empezar desde cero... pero lo que no sabía era que nunca olvidaría dicho viaje.
Tras una cuantas horas de vuelo por fin llegó a su destino y se dirigió a un pequeño pero acogedor apartamento que había alquilado.
Al llegar se enfrentó a la realidad de que ya nada volvería a ser como antes. Y entre lagrima y lagrima iba sacando las cosas de su maleta pero los recuerdos volvían a invadir su mente como puñaladas inesperadas. Finalmente se puso en pie y se dispuso a dar un pequeño paseo por las calles de Roma.
Las luces de la ciudad lucían de manera espectacular era una noche serena y se podía apreciar la majestuosidad del inmenso cielo. Después de estar un rato por allí volvió a su apartamento para descansar puesto que había tenido un día muy agotador. La tranquilidad de la noche había invadido la habitación y Amy dormía tan tranquila y segura como una niña pequeña cuando está al lado de su madre.
A la mañana siguiente tomó un pañuelo pequeño de color rojizo un tanto desteñido que tenía pequeños estampados, lo colocó cuidadosamente en su cuello y salió de lo que ahora era su hogar sin rumbo determinado. Caminando y caminando divisó una heladería llamada "Gelateria Old Bridge", seguidamente se acercó para comer un helado ya que dicen que el mejor helado es el italiano.
Mientras esperaba se le calló el pañuelo y un joven lo recogió. Así conoció a Paolo, un chico encantador, alto, de pelo castaño, con ojos claros y una mirada capaz de seducir a cualquier chica. Empezaron a hablar y acabaron compartiendo un helado delicioso.
Mientras esperaba se le calló el pañuelo y un joven lo recogió. Así conoció a Paolo, un chico encantador, alto, de pelo castaño, con ojos claros y una mirada capaz de seducir a cualquier chica. Empezaron a hablar y acabaron compartiendo un helado delicioso.
Al finalizar la mañana Amy se dirigió a su casa para buscar algún trabajo cerca de allí pero no se dio cuenta de que había olvidado su pañuelo en la heladería.
Paolo lo vio aunque no le dio tiempo a dárselo así que se quedo con el hasta que la volviera a ver. Al ver que pasaban los días y Amy no aparecía decidió buscarla, necesitaba volverla a ver: era algo así como amor a primera vista.
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