jueves, 7 de julio de 2011

Sigo siendo la misma, la misma niña loca de tus pesadillas. La misma que te da consejos, la amable, la soñadora... No se si habré cambiado, bueno si, he cambiado. Ahora me eh echo más fuerte con cada fallo y he ido aprendiendo de mis continuos errores. 
Aprendí que solo ustedes, sí, los verdaderos amigos, siempre estuvisteis ahí, en cada caída me ayudasteis a levantar. Aprendí que quieras lo que quieras si no luchas nunca lo conseguirás. Que no vale la pena llorar, que vale mas ser fuerte porque con lagrimas no se consigue resolver los problemas. 
Aprendí que vale la pena mirar el lado bueno de las cosas. Que podré estar sola pero que siempre habrá alguien que me apoye aunque no le ve, aunque no esté siempre ahí, aunque aveces me olvide ellos, siempre están.
Aprendí que por mucho que me critiques no lloraré, por mucho que quieras que me sienta mal no estaré mal, por mucho que odies, ya no te querré ni te odiaré, solo serás uno más del montón de gente que no me importa. No sufriré por nada ni por nadie, porque simplemente nadie merece mis lagrimas. 
He aprendido que ser feliz es lo mejor que se puede hacer, que aunque no lo busque siempre va a haber algo o alguien que te haga reír: un amigo, una madre o una simple sonrisa.